¡No te pierdas nada!
Una vez a la semana te llevamos los eventos del Occidente de Asturias a tu correo.
Alejandro Braña es fotógrafo, y mucho más. Aunque vinculado a la fotografía industrial y publicitaria en su faceta profesional, su interés por la historia y la cultura de Asturias le ha llevado a convertirse en un referente, junto a la editorial NueveDoce, en la publicación de un catálogo de libros que han hecho las delicias de muchos lectores en los últimos tiempos.
Su blog, AsturiasPorDescubrir, es el nuevo punto de encuentro entre sus obras y sus seguidores.
QueFemos entrevista a Alejandro Braña, “culpable” de rescatar para el público rincones admirables de su tierra asturiana.
QueFemos: ¿Cómo decide uno lanzarse a la aventura editorial? ¿Qué resorte salta, y en qué momento, para adentrarse en un proyecto de estas características?
Alejandro Braña: Así, a bote pronto, diría que siendo un inconsciente, no teniendo dos dedos de frente. Luego, más pausadamente te contesto que ha sido por “necesidad”. Tenía una idea clara de los proyectos que quería hacer y como darles forma de libro. No tengo una gran vocación de editor, pero después de sondear a las otras editoriales supe que no estaban dispuestas a arriesgar en este tipo de libros salvo que ya les lleves más de la mitad de la tirada vendida a una empresa o institución antes de imprimir. En consecuencia, no me quedó mas remedio que abordar la labor editorial que estoy aprendiendo a disfrutar, aunque antes que nada me siento fotógrafo.
QF: Si un día te encontrases a alguien que no haya visto nada de lo hecho por la editorial NueveDoce, ¿cómo le resumirías el trabajo realizado hasta este momento?
A. B.: La idea de fondo, que no se le escapa a nadie, es que tenemos un patrimonio riquísimo en Asturias. Partiendo de ahí, la editorial se plantea documentar aspectos de ese patrimonio que no han sido abordados antes, al menos en profundidad, y tratarlos desde el punto de vista de la fotografía documental, es decir, sin trucos ni fotos efectistas. Para ello, hacemos un trabajo de documentación que nos permite saber el terreno que pisamos y suele haber una labor lenta de conseguir permisos y acceder a los sitios que queremos fotografiar.
QF: Nuevedoce ha asombrado a propios y extraños con sus cuidadas ediciones, su esmerado detallismo en la composición de los textos y su acierto a la hora de elegir los motivos de sus obras. ¿Es Asturias siempre una excusa perfecta para un libro?
A. B.: Primero, gracias por el cumplido Xurde. Nuestro ámbito de actuación como editorial es y seguirá siendo Asturias y los libros siempre serán de fotografía con un apoyo de texto elaborado por colaboradores diversos en distintas materias. A veces los proyectos, como por ejemplo “Un Viaje en el Tiempo” tardan 4 años en completarse. Eso significa que cuando hemos terminado queremos que el libro tenga una calidad estética y técnica a nivel de diseño y calidad de impresión.
QF: La Asturias industrial y la indiana están muy presentes en los libros de NueveDoce. ¿Apreciamos en su justa medida los asturianos todo ese patrimonio tanto material como inmaterial?
A. B.: En cuanto al patrimonio industrial creo que poco. Al fin y al cabo parece una cosa fea que habría que tirar. Poco a poco se va tomando conciencia de su valor, esperemos que no sea demasiado tarde. En el caso de lo indianos es diferente. Estoy todavía sorprendido de las emociones que causa en la gente este tema. No es solo admiración por las casas, es algo más: hay una implicación afectiva y un interés por las historias de esas personas que fueron protagonistas de grandes aventuras vitales en una época convulsa.
QF: Los famosos TOP son algo muy manido quizás, pero a la par ayudan a esquematizar gustos e ideas. Vamos, por ello, a lanzarnos: ¿Cuál sería tu podio preferido si tuvieras que elegir entre las casonas de indianos de toda Asturias?
A. B.: Me lanzo. Aunque mis gustos van cambiando, tengo especial querencia por La Casona de Somao y la Quinta de Arriba de Alevia, en Peñamellera. Por arquitectura elegiría la Casa de la Torre de Somao.
QF: ¿Y si hablamos tan sólo de las situadas entre Vegadeo y Valdés?
A. B.: Por un lado Villa Excélsior, en Luarca, que encierra además una gran historia de triunfo, decadencia y tragedia que no ha sido completamente contada. Me encanta el chalet de Doña Socorro, en Figueras, y el Palacio Jardón en Viavélez. Mi problema es que ya asocio las casas con personas, historias e imágenes que me van dejando huella.
QF: En tu blog AsturiasPorDescubrir ya son varias las veces que Boal es protagonista, ya sea a través de Villa Anita o de la Sociedad de Instrucción Naturales del Concejo de Boal. ¿Qué opinión te merece esta pequeña capital del Occidente Asturiano?
A. B.: Me gusta mucho Boal. Pasé mis últimas vacaciones mezcladas con trabajo del último libro allí. Me encanta su arquitectura (¿podría todavía añadir Villa Anita a mi lista de favoritos?). Además es un punto geográfico excelente para desplazarse en cualquier dirección. No creo que sea un lugar muy conocido, incluso para los propios asturianos.
QF: Precisamente, en 2011 se celebra el centenario de la creación de la Sociedad de Naturales del Concejo de Boal en La Habana, un hito histórico y un buen momento para que desde distintas asociaciones e instituciones de Boal se vaya a rendir un merecido homenaje a los emigrantes que cruzaron el océano en busca de un futuro mejor. ¿Es Boal, por sus numerosas escuelas, lavaderos… un ejemplo perfecto de lo mucho que aquellas personas quisieron devolver a su tierra de origen?
A. B.: Lo que hizo la “Sociedad de Naturales del Concejo de Boal” me parece una hazaña increíble, teniendo en cuenta las limitaciones de la época. Llegar a promover la creación, ellos solitos y dirigiéndolo desde La Habana, de más de veinte escuelas…, algunos necesitan un Ministerio para eso, que proeza. Me sigue maravillando entrar en Boal y ver una casa indiana detrás de otra. Es uno de los mejores testimonios que hay en Asturias del legado de los indianos junto con Luarca, Colombres y Somao. Por encima de muchos estereotipos sobre la figura del indiano, la realidad es que fueron hombres preocupados por el progreso de sus pueblos de origen e hicieron mucho para acercar la educación y los servicios básicos a su comunidad.
QF: Cuando visitas un pueblo en busca de fotografías para tus trabajos, ¿cómo suelen recibirte los vecinos? ¿Facilitan el trabajo de campo e incluso lo enriquecen con datos e historias inéditas?
A. B.: Haría una clara diferenciación entre la zona más cercana a la costa y el interior de Asturias. En la costa están muy acostumbrados al turismo y te reciben como a otro turista con demasiadas cámaras y cara de despistado. En el interior la gente suele ser mas suspicaz , te miran con desconfianza hasta que entablas conversación. Desde ese momento todo son facilidades. Siempre voy a los sitios con tiempo para poder hablar con la gente y aprender. A veces eso lleva a descubrimientos maravillosos.
QF: Argul es otro de los hitos en el camino, un girón detenido entre la niebla de los tiempos. ¿Qué sensación te inspiró la primera vez que te sumergiste en sus calles?
A. B.: He estado en Argul seis veces haciendo fotos como parte de un proyecto sobre pueblos singulares de Asturias, y Argul lo es. Siempre tengo una doble sensación de estar, por un lado, en un pueblo verdaderamente hermoso, y por otro me deja un sabor amargo su progresivo deterioro y su despoblación.
Por cierto, hago un llamamiento aprovechando este hueco que me dejáis: sigo en busca de pueblos singulares para mi proyecto, ahí lo dejo por si alguien quiere hacer sugerencias.
QF: En AsturiasPorDescubrir anunciabas que este año llegarían nuevos proyectos y libros. ¿Puedes lanzar el anzuelo y dejarnos a la espera de algo concreto para los próximos meses?
A. B.: Como te decía antes, trabajamos en proyectos a medio y largo plazo lo que hace difícil poner una fecha de finalización. Primero vienen las fotos y luego empezamos a darle forma al libro. Siempre abordamos varios proyectos a la vez ya que cada uno tiene sus propios tiempos. Estoy documentando los palacios rurales asturianos (por dentro y por fuera), los pueblos que he mencionado antes, las villas marineras para recoger la tradición de la pesca que está desapareciendo, y algunos otros que están en distintas fases de realización.
QueFemos quiere agradecer a Alejandro Braña no sólo el haber aceptado conceder esta entrevista sino sus libros, sus fotografías, su afán por dar a conocer tantos rincones inéditos de la geografía asturiana. Queremos transmitirle nuestra admiración y animarle a que siga haciéndonos sentir orgullosos de aquello que tenemos y de todo lo que, con esfuerzo y tesón, se puede llegar a conseguir.