Entrevista al actor David Acera

David Acera, actor asturiano, contador de cuentos, escritor de libros infantiles, creador muy reconocido en toda Asturias, es un espíritu indómito y una fuente continua de historias que rezuman imaginación, compromiso y fantasía.

QueFemos: Cuéntanos de dónde nace esa imperiosa necesidad, el impulso interior que te señala el camino de la narración oral, el germen de tu alumbramiento como contador de historias.

David Acera: La verdad, es que llego al mundo de la narración proveniente del teatro y gracias a mi amiga Gloria Sagasti, una extraordinaria cuentacuentos gijonesa que me dio la primera oportunidad de preparar una sesión de historias. A partir de ahí, todo ha venido bastante rodado. Siempre he sentido la necesidad de comunicar y el ámbito de los cuentacuentos es excelente para eso. Sólo se necesita alguien que narre y alquien que escuche.


QF: Para quien no te conozca, quién es David Acera como actor, en qué compañías actúa y qué tipo de espectáculos promueve.

En tanto que actor, he trabajado con gran cantidad de grupos asturianos y colaborado con algunos de fuera de la región. Empezando por mis compañeros y amigos de Konjuro Teatro, Sonia Vázquez, Cristina Cillero, Fernando Prieto y todos los amigos y excelentes profesionales que por allí pasaron, con su director Jorge Moreno a la cabeza. Konjuro me dio la oportunidad de tener mis primeras giras de ámbito nacional, llegar al Círculo de Bellas Artes, en la Gran Vía madrileña, pasando por experiencias sumamente enriquecedoras en pequeñas casas de cultura y teatros de toda la geografía peninsular. 

Recuerdo con especial cariño nuestro trabajo en espectáculos como “Harpías” o “Happy Birthday Miss Monroe”, ambos con guión y dirección de Jorge Moreno. Además he colaborado con grupos como, que me perdonen si hay algún olvido, Teatro del Norte, Higiénico Papel, Tandem Escena, Nun Tris, Barataria Teatro, Teatro Pausa, Teatro Margen, Paraninfo 58 – Resistencia Teatral, Kalatos Producciones... Sin olvidarme de los comienzos en la Universidad de Oviedo a finales de los noventa con Teatro Electra.

Además he impulsado varios proyectos propios. En el año 2007 fundo junto con la titiritera Ana Laura Barros “La Vereda Teatro”, una compañía para todos los públicos (infantil) que pretende acercar a las más pequeñas y pequeños y a sus familias, temáticas poco visitadas por el teatro para la infancia. Así nuestro primer espectáculo “Catalina y los Bosques de Hormigón” abordaba los efectos del urbanismo sin control sobre nuestros pueblos y entorno rural. Es también un libro editado por la Editorial Cambache que ya va por su segunda edición. Nuestra última propuesta es “Hay una guerra en mi habitación”.

También dirijo El Perro Flaco Teatro, mi propuesta teatral para adultos.  El Perro Flaco Teatro me ha permitido colaborar con excelentes profesionales como Borja Roces, David González, Chili Montes, Jorge Moreno, Lautaro Borgui, Sonia Vázquez, Manuel Hevia o Xuacu Carballido. Además he podido colaborar con autores como Santiago Alba Rico o Máxi Rodríguez. Con este último, y bajo su dirección, pusimos en escena “Teatro Precario”, un pequeño y comprometido espectáculo que, sin renunciar al conocido humor de este genial dramaturgo asturiano, nos acerca a su visión más combativa de la realidad actual. Un espectáculo que reestrenaremos adaptado a la nueva realidad en abril de este año.

Santiago Alba Rico, por su parte, y al que conozco y admiro desde hace muchos años, nos hizo el regalo de permitirnos ser los responsables de su debut escénico: “B-52”, un espectáculo que, con un humor muy negro, critica sin concesiones al mundo occidental en el que nos ha tocado vivir. Santi, tiene una larga trayectoria como guionista de cine o televisión (fue guionista de los míticos “Electroduendes” dentro del programa de TVE “La Bola de Cristal”) y es uno de los pensadores españoles más lúcidos del panorama actual.

En definitiva, con mi trabajo me inclino por propuestas llenas de contenido crítico. Pretendo que el teatro sea una herramienta para mirar con otros ojos la realidad que nos rodea. Una realidad que cada vez me gusta menos. Con mi trabajo pretendo poner un modesto granito de arena para transformarla, para mejorarla.

QF: A veces da la sensación de que este país sigue creyendo que un "Paraiso Natural" como Asturias nada tiene que ver con la labor de tantas y tantas generaciones de ganaderos y agricultores. Saco esto a colación porque con la cultura, la imaginación y el teatro más en particular, los cuentos... parece que se adolece de la misma falta de perspectiva y se cree que nada tienen que ver con lo necesario en la vida de las personas. ¿Estamos ante un mundo de verdades aparentes y mentiras sin complejos? ¿Qué hace del teatro y los cuentos elementos trascendentales en la vida humana?

D.A.: Pues creo que sí, me parece, de hecho, una definición excelente: “un mundo de verdades aparentes y mentiras sin complejos”. Realmente se está construyendo un modelo social  en el que lo que priman son “antivalores”: el pillaje, la competitividad, la insolidaridad... Así vemos como se suben a los altares a multimillonarios cuyo único mérito ha sido no tener ninguna empatía con el resto de la humanidad y saber jugar con el dinero (heredado, además, en la mayoría de los casos). Mientras, la gente seria que se levanta todos los días para trabajar honestamente permanece en el olvido.

Desde luego, creo que uno de los mejores ejemplos del segundo grupo son los campesinos y ganaderos asturianos que con paciencia y, pese a quien pese, siguen sembrando para sacar de la tierra alimentos nutritivos y sanos sin los que la vida sería imposible. Me gusta también considerar al campesino como metáfora. Como él, creo que los que nos dedicamos a contar cuentos o al teatro también nos obstinamos en sembrar historias, con paciencia, contra viento y marea. Historias que nos hablan de lo que somos, de lo que hemos sido y de lo que seremos. Historias que, como todo lo que nos hace verdaderamente humanos, no cotizan en bolsa. Ni falta que hace.

QF: Eres cuentacuentos residente en la Casa del Libro de Oviedo y en Gijón, y el centro de Asturias concentra un gran número de tus actuaciones, pero también hay un hueco para el Occidente en tu quehacer artístico. ¿Cual es tu relación con esta comarca y qué actuaciones recuerdas con especial intensidad?

D.A.: Debo al teatro mi descubrimiento del occidente asturiano que para mí era un gran desconocido. Poco a poco y gracias a diferentes actuaciones y cuentacuentos pude conocer mejor Vegadeo, Castropol, Navia, Coaña, El Franco, Luarca, Grandas de Salime... y lo cierto es que esta zona, menos masificada que la Oriental, cada vez me gusta más. Es un territorio que, a pesar de su poca población, atesora proyectos culturales y sociales más que interesantes.

Han sido muchas mis actuaciones por la zona pero, curiosamente, lo que recuerdo con más intensidad no fue una actuación propia sino una representación de “Catalina y los bosques de hormigón” en Puerto de Vega, a la que Ana Laura Barros y yo mismo fuimos invitados en calidad de autores y en la que participaron desde las niñas y los niños de Educación Infantil, pasando por los de Primaria o las abuelas del asilo de Luarca. 

QF: "Hay una guerra en mi habitación": sugerente título para una historia que hace unos meses habéis puesto en escena en Grandas de Salime. Una historia que narra...

D.A.: Es un divertido espectáculo, con toques de musical, que trata de dar una visión original y diferente sobre la dura realidad de las guerras en nuestro planeta. Efectivamente, hace unos meses estuvimos con ella en Grandas, llevados por la Asociación Cultural El Carpio, con la que ya habíamos colaborado con El Perro Flaco Teatro hace algún tiempo. Es un placer actuar en Grandas de Salime porque en las representaciones siempre se implica toda la población y de todas las edades. Creo que ésa es una fórmula que debería de exportarse: encontrar espacios donde desde los abuelos a los nietos todos y todas disfrutemos en conjunto.

Podéis encontrar más información sobre este montaje en www.laveredateatro.com.


QF: El teatro no atraviesa su mejor momento y cada vez es mas dificil lograr que la nave no zozobre. ¿Quedan alternativas y lineas de flotacion auxiliares que permitan creer en el horizonte?

D.A.: El teatro, como tal, es imposible que muera pues es consustancial al ser humano. Otra cosa es que lo poquito que se ha avanzado en dignidad profesional y en el acceso a la cultura por parte de la mayoría social sí corra un riesgo cierto de desaparecer. Lo que me indigna realmente es que vaya a desaparecer para que unos pocos, los mismo que nos metieron en esta estafa a la que algunos llaman crisis, salgan aún más ricos de ella a costa de la salud, de la educación, de la cultura de la mayoría.


QF: ¿Qué proyectos futuros contemplas? ¿Volverás a actuar en el Occidente?

D.A.: Pues actuaré en el occidente siempre que me llamen, pues es una zona que me gusta especialmente. Respecto a mis proyectos a corto plazo, el 13 de abril, como ya comentaba, reestrenaré “Teatro Precario” de Maxi Rodríguez en el Filarmónica de Oviedo. Además, en el ámbito de la narración oral sigo con múltiples proyectos: con mis cuenteatros estaré en marzo en la sala alternativa “El huerto” de Gijón y más adelante en la sala Miriñake de Santander, entre otros muchos lugares. 

Además estoy trabajando de lleno en un proyecto de talleres denominado “Arte y educación transformadora” con las asociaciones Matumaini y Arco Iris en diferentes colegios rurales de la región.

La última noticia que me ha llegado, y que me hace especial ilusión, es la publicación de mi primer álbum ilustrado con la Editorial catalana Takatuka, una de mis preferidas en el campo de la literatura para todos los públicos. Aún quedan meses, pero espero pasarme por Occidente para presentároslo.

Más cosas bullen en la cabeza y en las ganas pero, por aquello de no gafarlas, os las iré contando, poco a poco. No paro y espero seguir mucho tiempo con estas ganas. También quisiera agradecer a Que Femos su interés por mi trabajo y la gran tarea de difusión cultural que realiza.