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El Occidente de Asturias vuelve a protagonizar un libro, en este caso el que condensa una serie de reportajes sobre los bares-tienda, publicada en La Nueva España entre los años 2010 y 2011, bajo el título "Mostradores con solera. Historias del comercio mixto en el Occidente asturiano".
En QueFemos hemos querido entrevistar a su autor, el periodista y fotógrafo Ignacio Pulido.
QueFemos: ¿Cómo surge la idea de publicar un libro sobre los bares-tienda en el
Occidente de Asturias?
Ignacio Pulido: La idea se remonta al año 2010. Por aquel entonces, trabajaba con frecuencia en el Occidente realizando reportajes para La Nueva España. Los bares-tienda siempre me llamaron la atención y había realizado algún que otro trabajo suelto sobre el tema. Surgió la posibilidad de escribir una serie publicada con carácter semanal en la sección de Comarcas y decidí lanzarme a recopilar las historias de estos lugares.
QF: "Mostradores con solera" ha llegado a las librerías recientemente, con el año nuevo, ¿cuál ha sido de momento la acogida de este nuevo título?
I.P.: Hasta el momento parece ser que el libro ha captado la atención de los lectores. Tanto yo, como el editor, César García Santiago, estamos bastante satisfechos con los resultados que estamos cosechando. Nuestra intención es seguir promocionando la obra y llegar a más gente.
Casa Cortizo, en Cedemonio (Eilao/Illano).
QF: ¿Qué se va a encontrar la persona que lo compre y lo lleve a su casa?
I.P.: El lector se encontrará con un libro en el que se ha cuidado hasta el más mínimo de los detalles. Se trata de una recopilación de 35 reportajes –acompañados por 120 fotografías- repletos de historias cercanas y muy familiares, especialmente para todos aquellos que se han criado o viven en el entorno rural. El eje principal de “Mostradores con solera” es el comercio mixto y en torno a él giran otros temas secundarios como pueden ser viejas costumbres, el paisanaje o multitud de anécdotas sobre tiempos pasados. Todo esto ha sido recogido atendiendo a un lenguaje netamente periodístico.
QF: ¿Por qué diríais que ha sido importante recoger los testimonios y las vivencias de esos espacios llamados bares-tienda y que tanta vida han dado o dan a nuestros pueblos?
I.P.: Considero que ha sido de gran importancia puesto que, en cierto modo, estos lugares condensan la historia reciente del entorno que les rodea. Cuando la serie comenzó a ser realizada se estableció como premisa que los negocios contasen, al menos, con cincuenta años de historia. Este factor ha hecho posible recoger historias que abarcan prácticamente desde los albores del siglo XX hasta la primera década del XXI. Asimismo, los protagonistas de “Mostradores con solera” son, en la mayor parte de los casos, personas de edad avanzada cuyos testimonios son únicos. En 2011 la publicación de los reportajes concluyó. Desde entonces, hasta la fecha actual, han sido varios los comercios que han cerrado sus puertas e incluso, por desgracia, ha fallecido alguna de las personas entrevistadas. Si estas memorias no hubiesen sido recogidas es muy probable que habrían desaparecido en su mayoría.
Manolo Rodríguez coloca unas madreñas en el escaparate de su tienda (Onón).
QF: ¿Cómo fue el trabajo de campo, la visita a los negocios, el trato con la gente?
I.P.: El trabajo de campo se prolongó a lo largo de unos diez meses. En aquellos momentos, combinaba esta labor con otros cometidos derivados de la actividad cotidiana en un periódico, motivo por el cual el trabajo se dilató en el tiempo. El primer paso fue tratar de localizar el mayor número posible de establecimientos con medio siglo de historia en cada uno de los concejos del Occidente. Una vez confeccionada una lista inicial, comencé a visitar los distintos lugares.
A raíz de las primeras publicaciones en La Nueva España, hubo personas que se pusieron en contacto conmigo para ponerme al tanto de la existencia de otros chigres. Cabe señalar que en el trabajo final sólo aparecen reflejados los más significativos. Asimismo, muchos otros negocios prefirieron no participar.
Respecto a las visitas a los distintos lugares, se realizaron siempre con todo el tiempo del mundo con el objeto de crear el clima adecuado para poder obtener la mayor cantidad de información posible. Los protagonistas del libro se mostraron entusiasmados desde un primer momento y brindaron todo su apoyo.
QF: ¿Cómo veis el futuro en el mundo rural? ¿Ahora con la crisis y el regreso de algunos jóvenes hay esperanza o sólo es un espejismo y volverán a marcharse ante la falta de oportunidades o apoyos?
I.P.: Se trata de una cuestión compleja sobre la que se podrían verter ríos de tinta. Por todos es sabido que, a día de hoy, la zona central de Asturias acapara cada vez más población en detrimento de las alas. Durante los casi seis años que he trabajado recorriendo Asturias como corresponsal de La Nueva España me he encontrado con un gran número de pueblos deshabitados o en peligro de desocupación como fruto de la avanzada edad de sus vecinos. Visitar un lugar antaño lleno de vida y que en la actualidad atraviesa esas circunstancias es un trago amargo y que invita a replantearse muchas cosas.
“Mostradores con solera” deja constancia de esta realidad y de cómo el campo se ha ido abandonando progresivamente y con él muchas actividades que quizá podrían permitir un modo de vida sostenible y respetuoso con el entorno.
La crisis ha propiciado el regreso de muchos jóvenes con la esperanza de, al menos, sobrevivir a los tiempos que corren. Durante las últimas décadas, el turismo rural ha abierto nuevas vías de negocio pero, en mi opinión, es un complemento más. Dudo que todo el mundo pueda vivir de esta actividad. Considero que aún queda mucho por hacer. Mejorar las comunicaciones es quizá uno de los puntos clave. Y es que el aislamiento es, en la mayoría de los casos, el peor enemigo. De todos modos, cada vez son más las personas –especialmente profesionales que pueden realizar su trabajo desde casa con una conexión a internet adecuada- que optan por la calidad de vida que ofrecen los núcleos rurales.
Leonardo Álvarez y Asunción González en Casa Cuqui, Santiago de L'Hermo.
QF: "Mostradores con solera" está publicado por la editorial La Cruz de Grado: ¿Qué nos podéis decir de ésta para quienes no la conozcan?
I.P.: César García Santiago, alma máter de La Cruz de Grado, se manifestó desde el primer instante muy interesado con este proyecto. “Mostradores con solera” es el título número treinta y dos de los publicados por la editorial, cuya principal característica es ofrecer al lector obras originales y siempre con un gran apego por la región.
QF: ¿Habrá más entregas de “Mostradores con solera”?
I.P.: Por el momento estoy inmerso en la promoción de esta obra. En 2012 inicié un nuevo proyecto para dar a conocer los comercios mixtos de la zona central. Ahora mismo, el trabajo de campo se encuentra parado pero, si las circunstancias lo permiten, será retomado.