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Para quien visite Pesoz queremos proponer un itinerario que esperamos os sirva de inspiración para adentraros en uno de los concejos con más encanto del Parque Histórico del Navia.
Día 1:
Pesoz, la capital de este pequeño concejo, ofrece elementos de interés histórico y arquitectónico, así como un equipamiento museístico digno de ser visitado, el Museo Etnológico de Pesoz.
Si queremos retroceder al románico podemos hacerlo contemplando el ábside de la iglesia de Santiago, cuyos muros originales perduran en pie, aunque el resto del templo data ya de siglos posteriores. Otro elemento medieval muy evocador es la torre próxima, en el interior del complejo palaciego de los Ron, un linaje de gran poder hace varios siglos. Sin duda, contemplar sus muros y su arquitectura ya da una clara idea de la riqueza y poderío de una familia con gran prestigio en sus tiempos.
El palacio es un digno ejemplo de la arquitectura palaciega barroca durante los siglos XVII y XVIII y presenta un patio central y dos torres en su fachada principal.
ARGUL
Recorrer un pueblo medieval es posible en el occidente asturiano si visitamos la localidad de Argul. Perderse entre sus calles es un regalo para los sentidos, un viaje en el tiempo digno de mención, con sus casas unidas con pasadizos elevados, asentadas algunas de ellas directamente sobre la roca que hacía las veces de cimentación, un eco milenario que envuelve al viajero. De Argul ya existen referencias desde el año 972; no hace falta añadir mucho más para abrir el apetito del turista.
Juan Alonso de Villabrille y Ron, escultor barroco en la corte de Madrid con Felipe V, nació aquí y su casa natal sigue en pie, como tantas otras que han visto pasar los siglos inmunes al desaliento. Sus pasadizos elevados y sus túneles harán que en vuestro recuerdo quede impresa la memoria de Argul con honda admiración y nostalgia.
A PAICEGA
A Paicega fue un poblado construido a mediados del siglo XX para servir de residencia a una parte de los cientos de obreros que trabajaron en la construcción de la presa que dio lugar al embalse de Salime, inaugurado en 1954. Se accede al mismo a través de una pista en buen estado que parte del pueblo de Sanzo, al que se llega por la AS-12 mediante desvío señalizado.
La visita al poblado de A Paicega sorprende al que acude por vez primera y nunca defrauda al que repite atraído por el imán que parecen ejercer las ruinas de los barracones (en los que se puede apreciar la ubicación de los baños y cocinas), los restos del teleférico que transportaba el material necesario desde el puerto coañés de El Espín, o esa fisonomía tan nórdica de la iglesia diseñada por el arquitecto asturiano Joaquín Vaquero Turcios.
Podéis ampliar la información sobre A Paicega a través del reportaje que hace años publicamos en QueFemos.
El Couso del Lobo, una antigua trampa para apresar lobos, al que se accede por una pista forestal. Se trata de un cercado construido a base de mampostería de pizarra al cual los lugareños atraían a los lobos mediante animales vivos que fuesen presas habituales (ovejas, vacas, cabras…). Una vez dentro, el lobo no tenía escapatoria posible y eran apresados.
Si queremos comer al aire libre podemos acudir al área recreativa del Agüeria, a dos kilómetros de la capital en dirección a Los Oscos.
En definitiva, Pesoz será una tierra que acogerá al turista con un buen número de elemento de interés, en los que la etnología, la historia medieval y moderna, el patrimonio industrial, legarán un buen sabor de boca al viajero.